La tradición, un signo de identidad
Compartiendo las tradiciones
Los paisanos se preparan para comenzar el desfile por las calles del pueblo
La primera
Fiesta de la Tradición en 1939, se realizó en la intimidad pueblerina, con
la participación de los estancieros y paisanos de los alrededores.
La jineteada de potros reservados se realizaba delante de un público espectador al que lo separaba del animal montado solamente una distancia prudente. Un palco municipal de madera, servía de lugar de ubicación privilegiada.
La jineteada de potros reservados se realizaba delante de un público espectador al que lo separaba del animal montado solamente una distancia prudente. Un palco municipal de madera, servía de lugar de ubicación privilegiada.
El desfile de
paisanos no estaba en el programa. Ese año inaugural asistió a la fiesta un
amigo del intendente municipal, un estanciero del sur, que portaba una bandera
argentina de buen tamaño. La calidez del pueblo arequero hicieron que ese
gaucho de ricas prendas pasara, con su bandera,
entreverado en los grupos de paisanos que se dirigían al Parque Criollo.
Al año siguiente la fiesta se celebró en La Plata, regresando a San Antonio de Areco en el año 1941. Entonces, ocurrió algo tan imprevisto como insólito. Frente a la Intendencia se habían reunido autoridades e invitados para ver pasar a los paisanos rumbos al Parque Criollo. Un empleado de la municipalidad vio venir a los jinetes y recordó lo ocurrido en 1939. No vio a nadie con bandera y corrió al interior de la casa municipal, volviendo con una bandera atada en su asta, dejada allí por una escuela. Se la entregó a la primera persona que encontró, y ésta, al primer gaucho de a caballo que tuvo cerca.
Al año siguiente la fiesta se celebró en La Plata, regresando a San Antonio de Areco en el año 1941. Entonces, ocurrió algo tan imprevisto como insólito. Frente a la Intendencia se habían reunido autoridades e invitados para ver pasar a los paisanos rumbos al Parque Criollo. Un empleado de la municipalidad vio venir a los jinetes y recordó lo ocurrido en 1939. No vio a nadie con bandera y corrió al interior de la casa municipal, volviendo con una bandera atada en su asta, dejada allí por una escuela. Se la entregó a la primera persona que encontró, y ésta, al primer gaucho de a caballo que tuvo cerca.
Desde entonces, se
instaló una costumbre, que ya es un rito: el jinete pre abanderado y su escolta
salen rumbo al desfile y llegan al palco oficial donde los espera la autoridad
de mayor rango quien, entre los aplausos de la concurrencia, le entrega la
bandera de desfile que recién entonces lo convierte en abanderado.
Los primeros desfiles se hicieron alrededor de la plaza principal. Los asados se servían en los fogones instalados en la antigua Quinta de Guerrico. Allí se guitarreaba y se bailaba. A la noche, la fiesta culminaba en el Hotel Plaza, en la esquina de Don Segundo Sombra y Ruiz de Arellano.
Los primeros desfiles se hicieron alrededor de la plaza principal. Los asados se servían en los fogones instalados en la antigua Quinta de Guerrico. Allí se guitarreaba y se bailaba. A la noche, la fiesta culminaba en el Hotel Plaza, en la esquina de Don Segundo Sombra y Ruiz de Arellano.
Treinta y dos años
después de aquella primera Fiesta de la Tradición, en 1971, desde nuestra localidad
fue promovida la Resolución del Poder Ejecutivo de la Nación mediante la cual
se instituyó a San Antonio de Areco como Sede Oficial de esa celebración. Ese
mismo año se abrió la primera “Semana de la Artesanía Arequera”; una muestra
que desde entonces se repite ininterrumpidamente, dando paso a la conformación
de la Asociación de Artesanos Arequeros. Otra de las iniciativas promovidas ese
año fue el “Primer encuentro de la Música, la Canción y los Bailes Sureros
Tradicionales”.
Las costumbres y las ceremonias propias de la
fiesta como los fogones, las jineteadas, los bailes y el famoso desfile de
tropillas por la plaza principal Ruiz de Arellano, siguen vigentes.
La Fiesta de la Tradición en la actualidad
Hoy el pueblo arequero
asimiló la fiesta con parte vital de su identidad y su forma de mostrar al
mundo su acervo cultural, su modo de vida y sus costumbres; de una manera
auténtica.
La primer semana de
noviembre, la comunidad se prepara para una nueva edición de la Fiesta, con una agenda que varía año a año, pero
mantenido la raíz de su esencia: la reunión de músicos sureros alrededor de un
fogón, las destrezas criollas en el parque, la jura de tropillas, las peñas
bailables y el tradicional desfile de paisanos y tropillas entabladas por las
calles del pueblo junto a las danzas tradicionales.
La Fiesta de la Tradición
se mantiene vigente con el paso de los años, con sus actividades y con algunos nuevos
elementos que se incorporan con el paso del tiempo.
San Antonio de Areco es un pueblo que luce orgulloso su
identidad y las proyecta al futuro, compartiéndolas con miles de turistas que
arriban desde distintas partes del mundo, que disfrutan y ayudan a mantenerla
viva, siempre vigente.
Hoy la Fiesta de la
Tradición está declarada de “Interés turístico provincial permanente” y “Fiesta
Nacional permanente de la Tradición”
**Fuentes: Junta de Estudios Históricos de SADA
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